"Nadie paga los platos rotos", denuncian total inmunidad para los responsables de la debacle en Cuba

El General Raúl Castro flanqueado por su sucesor Miguel Díaz-Canel y el premier Manuel Marrero una reunión del Ejército Occidental celebrada en enero de 2025.

No hay consecuencias para los causantes del colapso energético que paraliza la isla. Cuba enfrenta su quinto apagón general en menos de un año. La crisis eléctrica desata descontento y protestas por el impacto devastador de los apagones.

El 10 de septiembre se produjo el quinto apagón general en Cuba en menos de un año, en el que las ocho obsoletas termoeléctricas y los grupos electrógenos dispuestos a lo largo de la isla, dejaron de funcionar.

Desde 2024, los apagones se han vuelto rutina, lamentó el líder del independiente Movimiento Cubano Reflexión, Librado Linares, destacando el régimen de cortes eléctricos que asigna hasta 20 horas diarias sin electricidad a pueblos y ciudades, en especial en las provincias del interior del país.

“Centrales obsoletas, falta de mantenimiento, patanas desconectadas por impago y líneas de transmisión deterioradas, son entre otros los factores estructurales causantes de la actual crisis que “pone al descubierto la inoperancia, la inefectividad de los operadores del castrismo”, comentó.

“Esa política orientada a hacer una apología de Fidel Castro, del socialismo ha costado mucho dinero, y la desatención sostenida del sistema electroenergético nacional, que no solamente son las unidades técnicas, sino de generación distribuida, las plantas en el gas, ahora los paneles solares y también el sistema de transmisión. Es el desastre”, señaló.

Linares apunta que el impacto de la falta de energía eléctrica en la población es devastador abarcando desde pérdidas de vida en hospitales paralizados hasta daños a la salud mental de los ciudadanos atormentados por el abrasador calor, las picaduras de insectos, la falta de higiene con la consecuente proliferación de alimañas de todo tipo, la propagación de enfermedades y la desesperación ante el deterioro de los alimentos por falta de enfriamiento.

El gobierno culpa al embargo. Pero informes revelan que GAESA tenía reservas suficientes para modernizar el sistema y México ha enviado más de $1,800 millones en petróleo subsidiado”, reflexiona el activista.

“Y lo malo es que nadie paga los platos rotos. Se sigue haciendo loa al desempeño excelente, histórico de los jerarcas del castrismo, de los responsables del colapso del sistema electroenergético nacional y de todo el resto de la economía y de las instituciones del país”.

“Eso está generando gran descontento en un país tropical como Cuba, con las temperaturas elevadísimas; surgen protestas, algunas espontáneas, con decenas de personas; otras personas solas en las colas, aquí allá. No es solo falta de luz. Es falta de respeto, de planificación, de voluntad política. El apagón es símbolo de un modelo que ya no enciende ni esperanza”, recalcó Linares.

Veinticuatro horas después de la quinta caída del SEN (Sistema Eléctrico Nacional), apenas el 40% de la demanda habitual había sido satisfecha; mientras el gobernante Miguel Díaz- Canel arengaba desde X que “seguimos de pie y combatiendo”.

“Es la experiencia del caos controlado, pero por la represión, de un modo coercitivo y el impacto sobre la gente, pues se hace ver con muchísima claridad, ese impacto sobre la gente de todos los sectores, los estudiantes; la gente, sobre todo más dinámica, la que su economía y su conocimiento depende de la conexión con las redes sociales y con internet, y eso está absolutamente colapsado”, precisó Manuel Cuesta Morúa, vicepresidente de la coalición opositora Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC).

“Obviamente el Estado responde como sabemos que responde, una especie de Estado nervioso del Estado, que a cualquier brisa responde con desproporción exagerada de los mecanismos de represión”, sostuvo Cuesta Morúa.

“Por eso la militarización de La Habana, claro, están oliendo a distancia y la cosa es global, porque es desde Asia, desde el sureste asiático hasta América Latina, Venezuela, ahora el caso de Nepal, que ha tenido una evolución fuerte, en términos de cómo el pueblo responde a la corrupción endémica y al mismo tiempo a la autocracia consolidada y respaldada por poderes extraños”, detalló.

“Momento difícil, obviamente peligroso, porque, se sabe, que la combinación entre incompetencia y soberbia no produce buenos resultados, nunca”, concluyó el opositor.